El atlas de las nubes

Los hermanos Wachowski vuelven a la carga, llevando a la gran pantalla la adaptación de una compleja y poco comercial novela, la cual da titulo al film. El atlas de las nubes, nos narra seis experiencias vitales que ocurren en distintos momentos históricos recorriendo desde el año 1850 hasta un futuro postapocalíptico (del año 2321) se entretejen en una compleja narración. No obstante y a pesar de la brecha temporal, no son independientes unos de otros: cada decisión afecta a todos los demás puesto que todo está conectado, algo a lo que uno de los personajes de Tom Hanks hace alusión de la siguiente manera: “Nuestras vidas y nuestras decisiones, cada encuentro sugiere una nueva dirección potencial”.

Además de esto, el film  también se refiere indirectamente al mito del eterno retorno, es algo a lo que los hermanos Wachowski nos tienen acostumbrados en algunas de sus obras anteriores como Matrix, y que podemos ver reflejado en este dialogo del Oráculo en la película Matrix Revolutions: “Tome una decisión y esa decisión me costo más de lo que hubiera deseado, el autentico reto de una decisión es tener que volver a tomarla, aun a sabiendas de lo que podría costar”.

Estos seis relatos independientes de los que se compone el film, aparecen entrelazados con saltos de época y de espacio cada pocos minutos; siendo curioso en el film, como un mismo actor representa a varios personajes en los distintos relatos. Esta forma de entremezclar las tramas dificulta la comprensión del relato, que en el fondo pretenden ser una sola, y que exigen la atención del espectador  desde el primer minuto, no siendo una de esas películas que se pueden disfrutar mientras comemos palomitas, requiriendo de una  atención máxima durante sus 173 minutos de duración (Eso si, otorgando una experiencia muy grata, si estamos atento en todo momento).

Amor, amistad, traición, …  con algunos de los sentimientos que recoge el film y que representa perfectamente lo que fuimos, lo que un día seremos.  Pero la mas destacable a mi parecer y la que mas me ha marcado, es la critica por la libertad, comenzando por la libertad de raza, y seguida de otras como la libertad de sexo, de expresión,…; siendo destacable, el caso de la libertad sexual, referencia a la mutación de la identidad sexual de Larry por Lana Wachowski, y el caso de la lucha contra la opresión del poder sobre los individuos y la rebeldía sobre ella, algo que se hace materializable en prácticamente todas las historias.

En definitiva,  reencarnación y la trascendencia de nuestras acciones más allá de nuestro tiempo, el poder eterno del amor, el miedo, la fe, la lucha contra la opresión,…; ideas que se entremezclan con mucha fortuna en este recargado y enrevesado film con el que nos deleitan de nuevo en el cine esta pareja de directores, esta vez acompañados por Tom       Tykwer (Director de “El perfume”).

Algunos datos de interés sobre el film podrían ser la presencia de actores fetiche por parte del trio de directores, destacable en la aparición en las seis historias de Hugo Weaving (Agente Smith, el villano de Matrix), o la actuación de Ben Whishaw (Protagonista de El Perfume). 

Y para concluir pero no menos importante, la banda sonora, una de las mejores que he escuchado, y que os dejo abajo para que la disfrutéis y que espero que disfrutéis.

Carlos Mérida Benamrane