Quedaos con esa imagen.
Observadla bien.
Ahora intentad recrearla en
vuestra cabeza con un ligero movimiento en sus dedos. Otro pequeño movimiento más…
y otro... y otro…
El stop motion, qué trabajo tan
maravilloso y creativo, pero… ¡madre mía, la paciencia que hay que tener! Miles
de fotos tomadas con una rigurosa exactitud, para obtener apenas unos minutos,
sin olvidarnos de que nada debe ser movido o cambiado sin que el animador lo desee, ni las
luces o la cámara (como para que alguien tropiece en el medio del rodaje y tire
el decorado al suelo…)
Como bien sabéis, este tipo de
realización consiste en coger el personaje de nuestra historia y hacer una
primera fotografía, luego moverlo ligeramente en la dirección que nosotros
queremos que se mueva y sacar otra foto, seguimos moviendo de nuevo la misma
distancia, y sacamos otra foto más, y así, continuamos hasta que tenemos todas
las imágenes que necesitamos.
Cuando vemos una película, es
cierto que por mucho que nos metamos en la cabeza lo muy trabajada que está,
realmente no somos conscientes.
La imagen que os muestro
pertenece a un fotograma de la película La novia cadáver, donde los protagonistas
interpretan a dúo una melodía en el piano. Observamos el movimiento de sus
manos con una gran naturalidad, los dedos deslizándose con suavidad sobre las
teclas… ¡SUBLIME! No se puede calificar con otra palabra, un trabajo
extremadamente laborioso a través de fotografías, pero que sin lugar a duda,
vale la pena por los resultados que nos ofrecen finalmente.
Os dejo el link del vídeo en
youtube:
A. Pouso
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