Cuando emprendas tu viaje a La UMA...

Cuando emprendas tu viaje a La UMA

pide que el camino sea largo, 

lleno de aventuras, lleno de experiencias. 

No temas a los freakies ni a las modernas 

ni al inepto profesor, 

seres tales jamás hallarás en tu camino, 

si tu pensar es elevado, si selecta 

es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 

Ni a los freakies ni a las modernas 

ni al empanado profesor encontrarás, 

si no los llevas dentro de tu alma, 

si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.

Que muchas sean las mañanas de invierno 

en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 

a zulos nunca vistos antes. 

Detente en la cafetería de la facul,

y hazte con hermosas mercancías, 

cervezas y redbulls, pitufos y molletes 

y toda suerte de cargados cafés, 

cuantos más abundantes cafés bien cargados puedas.

Ve a muchas tutorías 

a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a la UMA en tu mente.

Llegar allí es tu destino. 

Mas no apresures nunca el viaje. 

Mejor que dure muchos años 

y atracar, viejo ya, en el INEM, 

enriquecido de cuanto ganaste en el camino 

sin aguantar a que La UMA te enriquezca.

La UMA te brindó tan hermoso viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino. 

Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, La UMA no te ha engañado

Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 

entenderás ya qué significa La UMA

Desde la ironía,

Adaptación libre de "Ítaca".

Myriam Mira