lunes, 22 de abril de 2013

“Una experiencia inolvidable, algo único que sólo se experimenta una vez…”




Y otras formas de mentirte en toda tu cara.

Así es. Tal vez sea una de las frases que más escuché antes de terminar Bachillerato y presentarme a la PAU. Para nada, la Universidad no es como nos quieren hacer creer, ni de lejos.  Haciendo referencia a nuestra Facultad, lo primero que se me viene a la cabeza sin duda es la problemática de los enchufes. Esto tiene su gracia, veamos:

¿Qué pasa con los enchufes? ¿Cómo es posible que haya clases en las que no exista ningún enchufe cercano a los alumnos, y sin embargo, el único que se encuentre esté justo en la mitad de la pared donde baja el proyector? ¿Por qué cuando es imposible coger un enchufe, preguntas en secretaría por un alargador y NUNCA HAY? (este último caso sin duda sería digno de un especial de Cuarto Milenio). Pero la cosa no acaba ahí, LO MEJOR es cuando yo, ser ingenuo e inocente, me dispongo a alcanzar un enchufe libre y de repente me encuentro con que este tiene un sistema de SEGURIDAD que ríete tú de las cajas fuertes de los bancos. Es completamente imposible conectarlo, ¡qué frustrante, en serio!

Tras mi odio sistemático a este conflicto, toca hablar de las clases… ¡Claro joder, las clases! Lugar donde aprendemos todo lo necesario para nuestra formación académica… o eso quisiéramos nosotr@s. Porque no, tampoco es exactamente así. Y en este sentido influye muchísimo el profesor/a que la imparte. No es lo mismo que venga uno a soltarte el rollo del siglo, que otr@ que se interese por la clase, empatice con sus alumnos y sienta de verdad que está ejerciendo su trabajo como debe de ser (ese trabajo que también defendemos los alumnos cuando el PP recorta…). Esta es otra de las cuestiones que marca la diferencia entre los profesores de la facultad, así como las clases. Diría también que, si nosotr@s como alumnos usamos el Campus virtual, por favor, predicad también con el ejemplo, porque es muy fácil venir después exigiéndonos responsabilidades cuando algun@s ni siquiera lo cumplen….

En fin, aunque pueda no parecerlo, he aprendido lo suyo sobre comunicación en general, pero menos audiovisual en particular. Y es que para esta parte, sin duda, las prácticas son el camino perfecto, pero como ya se ha comentado hasta la saciedad, son insuficientes.


Salem


PD: Se me olvidaba. Que cambien esos asientos demoledores de espaldas plis, que en ocasiones es menos incómodo sentarse en el suelo.

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