Disclaimer: El tono de este post es satírico. Todo parecido
con la coincidencia es pura realidad.
LN(4) UMA. –
Supersubmarinilla. Basada en esta canción.
Sería capaz
de cambiar el calendario lunar
Para ir a la
UMA una vez más
Podría
escalar esta rotonda una vez más y a tu lado aterrizar
Del Centro hasta
el Brenan sin mirar
Podría
viajar a la UMA con mi bus ultra especial (que hasta El Palo llegará)
Y el paseo
por Teatinos alegrar
Si te pones
a bailar
Las Victoria
nos embriagan al pasar (Por Galería Central).
Siendo tan
pequeño este zulo cómo pudiste caber allí
siendo tan
eterna esta clase como me voy a querer morir (ajaja)
para
quedarme sin bus
y bailar con
Adelaida no es buen plan
yo prefiero
matarme a estudiar
y estudiar
en la Biblio no es buen plan
yo prefiero ir a Galería Central (toma promo)
Dar Derecho audiovisual no es un buen plan
si en el Zulo el aire no arreglarán
Y escribir
sobre la UMA no es buen plan
yo prefiero ir a la playa a vaguear.
Le dedico esta canción a mi amiga Marinilla,
diseñadora y mejor persona.
Después de esta canción, y esta ida de pinza fruto del
insomnio postEstructura, me dispongo a hablar de la UMA.
Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Sería de necios
negar que esta es una etapa más de la vida porque no lo es. Es LA etapa,
¿sabeis? En esta facultad he pasado de todo un poco: he forjado grandes
amistades, he acabado con historias de amor, he reido, he llorado, he
aprendido, he bebido gratis en Galería Central y perfeccionado el “poderoso giro de cintura”…
Pero, como dicen los Vetusta Morla, toca hablar “de ruina y de espina”. Poniéndome seria, la UMA es una buena universidad, pero tiene que
mejorar. Mucho. Maldita dulzura la tuya, UMA.
La docencia
Es muy fácil llenarse la boca con la palabra ‘excelencia’
cuando esta universidad mira muchas veces la tarea investigadora de los
docentes (tengo entendido que cada 6 años tienen que realizar o acreditar que
han estado investigando) que la calidad y capacidad de estos. Ojo, que los hay
muy buenos, pero otros es para echarse las manos a la cabeza. Y me da pena por
los buenos docentes, los que imparten su materia con pasión. A los que son
conscientes de la responsabilidad que entraña formar a nuevos profesionales,
los cercanos pero que saben usar su autoridad. Y sobre todo, escuchan al
alumno. Porque ellos también han estado sentados a este lado del pupitre.
Por cierto, la misa por el pendrive cautivo es después de la recuperación. En los 100 montaditos. Estáis todos invitados, pero pagáis vosotros.
Lo mío incluido.
El zulo
He visto bunkers israelíes mejor equipados que el sótano del
Severo Ochoa. Ya en serio, ¿Cómo pretenden que demos clase en un espacio en el
que apenas hay 4 enchufes? Aquí podéis la reacción de un comunicador que se queda sin batería en el mentado espacio (a partir del 3:09);
¡Ah! Y por no hablar de cuando se
estropea el aire y damos clase a 50ºC de temperatura. ¿Querrá Adelaida – junto con
RRII UMA – preparar alumnos para una SICUE en Marte? En fin, qué decir que no
hayan dicho ya mis compañeros. Hay cosas muy mejorables.
Relaciones
Internacionales
Ahora voy a hablaros
de la parte de Relaciones Internacionales. Que sí, que muy bueno y hermoso que
la UMA haya puesto el doble grado en Derecho y GADE o el doble grado con
convenio en Chechenia, o Polonia con B1 en polaco convalidado (Eso sí, si
queréis examen oral para tener el certificado a pagar 30 napos). Pero lo que no es normal es que después
de un mes de abrirse el Espacio Virtual Erasmus la Vicedecana de Relaciones
Internacionales (Vamos, la que lleva el cotarro) no tenga aún su clave para
acceder a dicha plataforma y así gestionar, coordinar y validar acuerdos y
demás trámites; no es normal que haya fallos en el formato de los acuerdos
académicos, ni que muchos coordinadores no sepan que existan los destinos o que
hayan fallos que impidan a alumnos tener plaza.
Y para concluir: la
excelencia, esa gran amiga (Adelaida no es una Punk)
Ni qué decir de la ampliación del Bulevar Pasteur que nunca se llegó a realizar, las obras del metro que mis bisnietos disfrutarán, o ese maravilloso autobús que recorre toda la noche Teatinos y que hace que no tenga que gastarme dinero en un taxi si quiero bajarme al centro con unos colegas tras haber quedado para salir, beber, el rollo de siempre en sus casas; terminar de cubrir conciertos o bien si acabo tarde de estar en la facultad. Era ironía.
Aunque bueno, Adelaida – me dirijo a ti porque eres la jefa - aunque ya sé que no eres una punk y que eres bastante campechana (Yo soy Adelaidista pero no monárquica), y ya con esto voy a acabar porque me estoy enrollando más que una persiana, la UMA tiene que tener en cuenta que uno de los caminos hacia la excelencia es la autocrítica. Parece que esta palabra de diez letras es el mantra por definición de esta institución, no sé. Se hace lo que se puede y demasiado en estos tiempos donde parece ser que ir a la universidad ha pasado de ser algo importante a un trámite más en la vida (esto sumado a las rebajas presupuestarias que sufre la institución universitaria por parte del Gobierno) pero aun así, hay cosas que no podemos permitirnos si queremos alcanzar el nirvana como institución universitaria.
Por cierto, una sugerencia. Que no viene a cuento, pero yo la lanzo porque soy así y me da la gana. Menos alusiones a recortes púb(l)icos; que la próxima performance de G. Central sea jugar al “Yo nunca”. Una alusión a la sinceridad del ser humano y a las máscaras que nos impone la sociedad. Patrocinado por Cervezas Victoria. Of Course. Qué risas, ya veréis.
Coccinelle girl
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