Hoy pretendía hacer una entrada seria y
bonita sobre la televisión que disfruté en mi infancia. Aquella divina
televisión delante de la cual pasaba horas y horas. Me encantaban las series de
animación de aquellos años: Cowboy Bebop, Lum la chica invasora, Gárgolas,
Digimon, Montana, KareKano, Azuki... divinos años... También tenía un gusto por
series de humor más adulto como Matrimonio con Hijos o Friends, que recuerde
era el único de mi clase que veía aquellas series. Y por supuesto le cogí vicio
a la publicidad, llegando a tararear de memoria e incluso repetir muchos
diálogos de anuncios. Ese amor por la publicidad cuando era pequeño me llevó a
interesarme por la carrera vecina Publicidad y Relaciones Públicas; interés que
en el último momento se cambio por Comunicación Audiovisual. Y sigo sin
arrepentirme de aquel giro inesperado.
La televisión ha
cambiado muchísimo desde que era pequeño. Las series de animación y las
películas de animación se han convertido en un "¿Dónde está el zorro?....
Síiiii, ¡Aquí está el zorro!" o en series faltas de imaginación, con
personajes planos, ninguna gracia y pésima animación. Tengo que reconocer que
algunas series me sorprenden como "Hora de Aventuras" y "El
Asombroso mundo de Gumball", pero son los diamantes que flotan en
una bañera de lodo.
En aquellos
tiempos de bonanza muchas televisiones (sobre todo la pública y autonómica)
apoyaban una programación infantil de calidad. La llegada de la crisis y la bajada
de inversión publicitaria han cambiado el panorama drásticamente.
Ahora se habla de Televisión Conectada, la
gente sigue su Juego de Tronos, Doctor Who, Big Bang Theory, etc en Internet.
Siguen al día las series antes de que lleguen a nuestro país, antes incluso de
que alguien las doble. Pero, ¿Quiénes pueden hacer esto? Los niños no, tenlo
por seguro.
¿Es que nadie piensa en los niños?
Como antes. Antes terminaba tu episodio de
Digimon, lo flipabas, salías ultraemocionado a la calle y te ponías a jugar en
el parque con tus colegas. Se intercambiaban tazos y estampitas, de estas que
venían en los paquetes de patatas. La televisión no era basura, era comunidad.
Ahora lo es Internet, y de manera virtual.
Los que antes salían al parque a jugar y a
liarla parda con Kame-Hame-Ha! y Pokemones varios, ahora comentan lo último de
Juego de Tronos por twitter, miran fanart en páginas varias o hacen algún post
sobre la serie en su blog.
Esa misma gente a la que le sale la vena
de abuelete y dicen eso de “Los niños de hoy en día se intercambian condones en
vez de tazos”. ¿Y qué culpa tienen ellos? Si nadie piensa en los niños.
Un Saludo, Seleucos
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