lunes, 22 de abril de 2013

Muchos trabajos y poco jugar hacen de Víctor un chico aburrido.

Hoy pretendía hacer una entrada seria y bonita sobre la televisión que disfruté en mi infancia. Aquella divina televisión delante de la cual pasaba horas y horas. Me encantaban las series de animación de aquellos años: Cowboy Bebop, Lum la chica invasora, Gárgolas, Digimon, Montana, KareKano, Azuki... divinos años... También tenía un gusto por series de humor más adulto como Matrimonio con Hijos o Friends, que recuerde era el único de mi clase que veía aquellas series. Y por supuesto le cogí vicio a la publicidad, llegando a tararear de memoria e incluso repetir muchos diálogos de anuncios. Ese amor por la publicidad cuando era pequeño me llevó a interesarme por la carrera vecina Publicidad y Relaciones Públicas; interés que en el último momento se cambio por Comunicación Audiovisual. Y sigo sin arrepentirme de aquel giro inesperado.

Pero ¡No! No es momento de ponerse sensibleros y nostálgicos con las series que tanto añoramos. ¡La TV ha muerto! O eso dicen muchos.  
La televisión ha cambiado muchísimo desde que era pequeño. Las series de animación y las películas de animación se han convertido en un "¿Dónde está el zorro?.... Síiiii, ¡Aquí está el zorro!" o en series faltas de imaginación, con personajes planos, ninguna gracia y pésima animación. Tengo que reconocer que algunas series me sorprenden como "Hora de Aventuras" y "El  Asombroso mundo de Gumball", pero son los diamantes que flotan en una bañera de lodo.

En aquellos tiempos de bonanza muchas televisiones (sobre todo la pública y autonómica) apoyaban una programación infantil de calidad. La llegada de la crisis y la bajada de inversión publicitaria han cambiado el panorama drásticamente. 

Ahora se habla de Televisión Conectada, la gente sigue su Juego de Tronos, Doctor Who, Big Bang Theory, etc en Internet. Siguen al día las series antes de que lleguen a nuestro país, antes incluso de que alguien las doble. Pero, ¿Quiénes pueden hacer esto? Los niños no, tenlo por seguro.

¿Es que nadie piensa en los niños?

Pero la Televisión Conectada va más allá. No es solo ver la televisión en Internet, es crear una comunidad online de gente que sigue una serie concreta. Una comunidad donde puedes compartir y crear contenidos, hablar y comentar con otras personas.

Como antes. Antes terminaba tu episodio de Digimon, lo flipabas, salías ultraemocionado a la calle y te ponías a jugar en el parque con tus colegas. Se intercambiaban tazos y estampitas, de estas que venían en los paquetes de patatas. La televisión no era basura, era comunidad. Ahora lo es Internet, y de manera virtual.

Los que antes salían al parque a jugar y a liarla parda con Kame-Hame-Ha! y Pokemones varios, ahora comentan lo último de Juego de Tronos por twitter, miran fanart en páginas varias o hacen algún post sobre la serie en su blog.

Esa misma gente a la que le sale la vena de abuelete y dicen eso de “Los niños de hoy en día se intercambian condones en vez de tazos”. ¿Y qué culpa tienen ellos? Si nadie piensa en los niños.

Un Saludo, Seleucos


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