sábado, 13 de abril de 2013

Esperando el Sueñobús.

"- ¿En qué puedo servirle? -preguntó trastornado-. ¿Afeitar o cortar el pelo? -y en el mismo instante se maldijo por su falta de tacto, pues el cliente poseía una calva reluciente.
- Ni lo uno ni lo otro -dijo el hombre gris, sin sonreír, con una voz átona, que podríamos llamar gris ceniza-. Vengo de la caja de ahorros de tiempo. Soy el agente nº XYQ/384/b. Sabemos que quiere abrir una cuenta de ahorros en nuestra entidad." 
No. No quiero. Desaparece humo, desaparece polvo, desaparece ceniza, desaparece... ladrón. Tiempo... ansiado y querido... eres mío y de nadie más... mi...Tesoro... 
"Devora todas las cosas:
aves, bestias, plantas y flores; 
roe el hierro, muerde el acero,
y pulveriza la peña compacta;
mata reyes, arruina ciudades
y derriba las altas montañas"
No me importa, te quiero, no me abandones, disfruta de todas las comodidades que mi palacio de sábanas y soledad puede ofrecerte. ¿Qué más quieres? ¿Qué quieres de este pobre hombre? Ven aquí, conmigo, no me abandones, ven aquí y charlaremos y debatiremos y reiremos... en silencio... 
 “[…] Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.”
Un saludo Seleucos.

Fotografía propia.
1: "Momo", de Michael Ende.
2: "El Hobbit", de J.R.R. Tolkien.
3: "El Nombre del Viento", de Patrick Rothfuss.

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