¿Cuántas personas pueden
haber visto esta fotografía? Probablemente “Bliss” sea la imagen más vista del
mundo, además del lugar más mancillado y a la vez desconocido del planeta, un
símil de lo que supone la tecnología en nuestras vidas; mancillada hasta la
saciedad y aún desconocida. Podría haber escogido algunas de mis fotografías,
pero me pareció interesante plantear cómo un fondo de pantalla se ha llegado a
convertir en un icono del siglo XXI y de la revolución tecnológica y
comunicativa. Lo cierto es que el mundo entero ha cambiado bajo la sombra del
valle de Napa y las diferencias sociales, económicas y culturales han dado un
vuelco hacia la virtualidad desde 1995 (año en el que Charles O’Rear tomó la
foto) hasta hoy, de forma inimaginable en aquella década. Apenas dos décadas de
evolución de los ordenadores han servido para que ya nadie pueda vivir sin
ellos, el uso de este blog es un ejemplo de ello. Además, hay algo de paradójico
en la fotografía, algo que me lleva todos los días a respirar el aire contaminado de mi ciudad desde
las colinas de Windows para sentirme alienado (¡como Dios manda!), algo que me lleva
a imaginar nuevas ideas y formas frente a la pantalla del ordenador, como si se
tratase de las formas que te inspiran ver la nubes de San Francisco. ¿Qué ha
sido de nosotros? Ya nada es igual y lo que hoy nos parece normal mañana se
convertirá en inhumano, como antaño.
PD: Sí. Lo sé, este entrada es muy ‘postureo vintage’.
C. Matas
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