jueves, 18 de abril de 2013

Mi reflejo en su mirada



Daniel Mérida Gutierrez
La verdad es que desde que escuche que una de las entradas era una fotografía, pocas fueron las que rondaron mi mente, y muchas las ideas que podía plasmar específicamente para esta entrada, pero finalmente me he decantado por una en la que se encuentra un pequeño rayito de sol que ha marcado mi vida fuertemente desde que llego a mi lado.

Siguiendo las palabras de Agustín  es cierto que tendemos a ser mas autobiográficos en el resto de entradas que en la que se suponía que debíamos serlo (Al menos en mi caso). Bueno tras este ligero apunte y continuando con una entrada mas en la que cuento algo de mi, decir que su llegada era algo que me ilusionaba desde Agosto. Curiosamente el día que me entere llegue a una barbacoa y hablando de mi boca salió la frase: "Puff a ver que día me hace tío mi hermano" y esa noche la noticia estaba en mi casa, a lo que entonces respondí con un "Ammm me voy a Taekwondo", eso si un poco shockeado por esa curiosa situación.

Los meses fueron pasando, llegue a la universidad con el fin de convertirme en un futuro profesional de la animación y así continúe esperando durante meses la llegada de este pequeñajo a casa. Una vez se acabo el primer cuatrimestre, llegaron las nuevas clases y no se por circunstancias de la vida (Que contare en siguientes capítulos jejeje) empecé a sentirme de bajón, tan de bajón que no sabia que hacer con mi vida. Llego marzo y con él, la operación que llevaba esperando casi 5 años y que me iba a quitar un peso de encima, que por un lado es cierto pero por otro acentuó ese estado de bajón, por que me sentí separado de mis compañeros de Mefistófeles durante una semana (Que si que es poco tiempo pero prácticamente solo encerrado en un hospital es horrible).

Muchos fueron los días posteriores que me sentí de bajón, hasta que finalmente tras un fin de semana que compartí con mis amigos de Mefistófeles, haciendo turismo por Torremolinos y tras compartir una esplendida película (Luces rojas) con uno de mis amigos mas jocosos, un mensaje llego a mi teléfono: "Carlos te presento a tu sobrino".

Va a sonar feo pero cuando vi la foto que me mando mi hermano junto a ese mensaje pensé: "Que niño mas feo" (Después vería que la calidad de la foto dejaba mucho que desear y que el niño estaba un poco hinchado en ese momento, pero en un principio me asuste, jajaja), pero sinceramente, al verle el día siguiente descubrí algo que hasta entonces había pasado desapercibido en mi vida, y es como una cosa tan pequeña, vacía de malas intenciones podía transmitirme tanta tranquilidad, y de un plumazo y sin pensarlo dos veces, esa situación de pesimismo que me rodeaba desapareció con una cosita de apenas dos kilos que abrió sus ojitos cuando entre en la habitación para hacer un primer intento de contacto visual con su tío (Contacto algo escaso contando con que los recién nacidos apenas ven, pero bueno a mi me hace ilusión pensar que es así).

Finalmente para concluir decir que esta foto la hice a los tres días de nacer (Y donde pude aplicar los conocimientos de las practicas de ese día con San Miguel), y que desde encoreces es una imagen que me relaja mucho mirar en momentos de bajón, por que es alguien que me da fuerzas para luchar.

P.D.: Puntualizar que el titulo, tiene un sentido especial y es que si mirais atentamente en su ojo (algo que se aprecia mejor en el raw), en su mirada, se refleja a su tio un poco desesperado por sacar una buena foto de su sobrino.


Carlos Mérida Benamrane

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