miércoles, 3 de abril de 2013

El amor en el cine


El amor, hoy en día, podemos considerarlo toda una industria. Los regalos de San Valentín, las revistas con test y consejos sobre el amor, los bombones…etc. De hecho, si nos paramos a pensarlo tan solo un poco, muchos de los comercios o productos que actualmente nos rodean no tendrían sentido si “el amor”, tal y como se conoce su concepto, no existiera.
El amor, entonces, se comercializa. No literalmente, sino el amor como recurso para atraer al consumidor, que desea experimentar ese sentimiento.
Centrándonos en el cine, vemos como el amor se utiliza, cada vez más, como recurso para captar espectadores. Por tanto, he visto interesante analizar las clases de amor que en esta industria se focaliza y, sin desmerecer ninguno de ellos, se idealizan.

- El amor pasional.

Posiblemente sea la clase de amor que más se puede reflejar en el cine a día de hoy. Este amor, muy conocido por todos, es el que empieza siendo algo puramente físico para acabar formando un sentimiento. Este amor pasional podemos verlo ahora, sobre todo, en muchas películas catalogadas como “comedias románticas”. Sí, como muchos estaréis pensando, es el caso de “Love and Other Drugs” (“Amor y otras drogas”, de 2010), “No String Attached” (“Sin compromiso”, de 2011) o “Friends with Benefits” (“Con derecho a roce”, de 2011).
Todas estas películas tienen el factor común del sexo sin compromiso, sin ataduras. Y, todas ellas, te llevan a la conclusión de que el sexo recurrente con una misma persona, la mayoría de las ocasiones, desemboca en amor. De hecho, podría recordarnos a la clásica pregunta… ¿sexo sin amor? ¿o amor sin sexo?



- Por encima de todo "amor".

Esta clase de amor que refleja el cine es, posiblemente, la forma de amor que más se veía hace unos años. “El amor por encima de todo”. Ese amor que persiste pese a cualquier adversidad. Podría decirse que es el “amor en estado puro”. Creo que a todos se nos viene a la cabeza películas como “The Notebook” (“El diario de Noa”, de 2004) o “A Walk to Remember” (“Un paseo para recordar”, de 2004).
Estas películas, al contrario que las clasificadas en el grupo anterior, tienen en común resistir pese a las adversidades. Dejan a un lado la parte carnal del amor para centrarse mucho más en la forma “sentimental” de este. Nadie puede dudar que cada una de las relaciones que se narran en este tipo de películas sea un amor que dura para siempre. Son historias que, generalmente, se engloban en el drama para expresar la fuerza de un sentimiento. Aquí, la única pregunta que podemos hacernos cuando vemos la película es… ¿perdurará ese amor realmente? 




-  El amor “realista”.

Por último, en este tercer grupo cabrían todas esas películas que, aunque no siempre lo consiguen, pretenden ser realistas. Realismo en cuanto al amor. Ese amor que, o no siempre funciona, o no siempre sucede tan rápido. Un ejemplo de ello serían películas como “The Vow” (“Todos los días de mi vida”, de 2012), “Dear John” (“Querido John”, de 2010) y, algunas más originales como “(500) Days of Summer” (“500 días juntos”, de 2009). 



Lo que está claro, sea cual sea el amor que se represente en el cine, es que este vende. Y vende mucho. Desde sus inicios, el amor es utilizado como recurso para darle “vida” a una película. Y esto lo podemos ver en todo tipo de géneros. Por ejemplo, cada vez más resulta sorprendente como en películas de acción solemos ver – aunque en un segundo plano de la trama – una relación (o sexual o amorosa) de dos personajes. Esto sucede, cada vez más, en muchas películas, sea cual sea su género.




Aínsua.

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