miércoles, 1 de mayo de 2013

"Y al final, no quedó ninguno..."



Diez negritos salieron a cenar. Uno se asfixió y entonces quedaron nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde. Uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon. Uno dijo que se quedaría allí y entonces quedaron siete.
Siete negritos cortaron leña. Uno de ellos se cortó en dos mitades y entonces quedaron seis.
Seis negritos jugaron con una colmena. Una abeja picó a uno de ellos y entonces quedaron cinco.
Cinco negritos hicieron la carrera de leyes. Uno se hizo magistrado y entonces quedaron cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar. Un arenque rojo se tragó a uno y entonces quedaron tres.
Tres negritos se pasearon por el zoo. Un gran oso mató a uno de ellos y entonces quedaron dos.
Dos negritos se sentaron al sol. Uno de ellos se tostó y sólo quedó uno.
Un negrito quedó sólo. Se ahorcó y no quedó ninguno.”



Diez negritos
Así rezan las estrofas de una conocida canción de cuna. “¿De cuna?”, os preguntaréis. Pues sí, tétrico, a la par que intrigante. Posiblemente sea una de las canciones más conocidas dentro del mundo de la  literatura en general, y de la novela en particular.

Recuerdo cuando cursaba 4º de la ESO y nuestra profesora de Lengua nos mandó que hiciéramos un trabajo sobre un libro cualquiera. Ese mismo día fui a comprar uno junto con mi abuela a una librería cercana. Tras mirar entre la multitud, uno me llamó la atención… “Y no quedó ninguno (Diez negritos)”

"Diez negritos" es el título de una de las novelas policíacas más conocidas de la escritora inglesa Agatha Christie (por no decir la más conocida). La novela posee un argumento brillante, que te mantiene pegado a las páginas de principio a fin (la mitad del libro me lo leí el mismo día, y la otra mitad al siguiente). Este nos cuenta la historia de un grupo de 10 personas con un pasado oscuro, que son invitados por el señor Owen a pasar unos días en su solitaria isla. Allí, la convivencia entre los desconocidos se verá truncada por la muerte de cada uno de ellos tal y como versan las estrofas de la canción de cuna…

Una de las cosas más fascinantes de la lectura es imaginarte lo que estás leyendo, pues con Diez negritos, no fue para menos. A lo largo de la historia vas comprendiendo el por qué de todo, el pasado de los personajes, sus sentimientos, personalidad, etc… de forma que no tienes escapatoria. Tú ya formas parte del mundo Christie y no tienes más remedio que seguir su lectura hasta el final,  sin prisa pero sin pausa.

Agatha Christie

El estilo de Christie es bien conocido en este género; el halo de suspense e intriga que genera su lectura es fascinante, creo que en este sentido son pocos los escritores que pueden compararse con ella. Es más, me atrevería a decir (veremoh a vé…) que su capacidad para inducir al lector y rodearlo de un aura de misterio y suspense es similar a la de Alfred Hitchcok con sus películas.

Como anécdota, os diré que tras mi “descubrimiento” literario, recomendé su lectura a mi primo, el cual (lector asiduo) me afirmó con certeza que también le había encantado.

Salem

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