Durante
siglos, en Alemania se creyó que en la madrugada del 1 de mayo las hechiceras
celebraban orgiásticos rituales con el diablo. De ese mito nació la "noche
de las brujas", que se celebra el día de Santa Walpurgis.
En los
tiempos previos a la expansión del cristianismo por Europa, la cultura
germánica festejaba el inicio del verano en fechas cercanas al primero de mayo.
La llegada de días más largos y menos hostiles era motivo suficiente para
ahuyentar el invierno con toda clase de ritos. Los cristianos nombraron el 1 de
mayo como el día de Santa Walpurgis, patrona de las campesinas y sirvientas y
considerada protectora del arte de la prestidigitación.
Durante
siglos, se conservó la creencia de que, en la noche de Walpurgis, las brujas
volaban sobre escobas, gatos o cabras hacia Brocken, la montaña más alta de la
Sierra del Harz, en el Estado alemán de Sajonia-Anhalt, para celebrar
orgiásticos rituales con el mismo diablo en persona. De ahí que la noche de
Walpurgis sea conocida también como “noche de brujas”.
Cada noche
del 30 de abril al 1 de mayo, decenas de miles de personas emprenden el viaje
hacia la cadena montañosa y son recibidas por brujas, que junto con el demonio,
no pueden faltar en esta fecha. La fiesta comienza con un baile- de brujas, por
supuesto-, luego se enciende una enorme hoguera y retumban los tambores.
Extinguidos los fuegos artificiales de la medianoche, se le da la bienvenida a
quien traerá consigo la salud y la fecundidad, a la sucesora de todas las
brujas malas: la Reina de Mayo.
Sin embargo,
estos espectáculos para turistas tienen muy poco que ver con las antiguas
creencias populares. En el pasado, los fuegos de la "Walpurgisnacht"
eran encendidos precisamente para protegerse de las temidas brujerías. Las
puertas estaban adornadas con crucifijos y ramos de hierbas, las escobas eran
colocadas con las hebras hacia arriba, se hacían sonar de noche las campanas de
las iglesias, los hombres solteros caminaban dando latigazos en torno a las
casas y, para proteger al ganado, se colocaba sal en el umbral de los
cobertizos.
Pero ya
nadie le tiene miedo a las brujas, así que cerca de Brocken la noche se
aprovecha para organizar una gran fiesta. Los disturbios que suelen acompañar a
la madrugada previa al Día de los Trabajadores, en Berlín por ejemplo, o las
llamadas “travesuras de la noche de brujas”, en el sur de Alemania.
Los
irlandeses y los escoceses celebran la fiesta de Beltane en la noche de
Walpurgis. Según el antiguo calendario celta, Beltane constituye el principio
del verano, así como Samhain –origen de lo que hoy se conoce como Halloween–
marca el principio del invierno. Beltane recibe su nombre del dios Baal, quien
es quemado de forma simbólica en las fogatas que se encienden en esta fecha,
mientras las casas y los jardines son adornados hasta el último rincón con toda
clase de flores.
Trevelyan
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