El ecuador y lo que queda por venir

Hoy podría ser el día que Agustín nos dice que todo esto es una tapadera, un experimento sociológico reflejo de una sociedad cualquiera, un análisis de un mundo ultra-posmoderno no más lejos de las sociedades primitivas.

Sin embargo no es así. Hoy es un día especial. Hoy nos encontrarnos en el ecuador de la carrera, de nuestra amada maratón. Algunos podemos encontrarnos asfixiados de trabajos, de exámenes, o, en general, asfixiados de los profesores revoltosos, de la UMA, o del mundo al que pertenecemos, en definitiva. Es entonces cuando pensar en la meta no hace más que incrementar nuestras pulsaciones, pulsaciones aceleradas como las que sentíamos el primer día de clase cuando todos éramos unos extraños.

Este preciso instante; más de mil horas juntos. Probablemente todos pensemos que somos una clase de mierda, un grupo de mierda, pero todos sabemos que una clase, como buen reflejo de una sociedad, debemos estar divididos, tener opiniones dispares y tener que ponernos de acuerdo para otras muchas.

En fin, son muchas las cosas que he aprendido este año y las cosas que quedan por aprender en los dos siguientes. Sin duda, aunque estemos más divididos yo cada día os veo más cercanos, a todos aquellos que tengo que agradecer, todas esas personas que me acompañan en este camino. Un camino largo y a veces pesado, pero satisfactorio en cualquier caso. A todos esos que me hacéis reír cada mañana GRACIAS.

Para despedirme, os dejo, o mejor dicho, os dejamos con una de las cosas que hemos sacado de provecho de esta asignatura. Un espacio donde seguir proyectando las inquietudes, los proyectos y las reflexiones de una serie de personas "anónimas" que aman lo que hacen y tienen ganas de disfrutarlo y compartirlo.  

Satélite urbano