domingo, 10 de marzo de 2013

Málaga y sus personajillos.


¡Si ya está todo dicho! Así es, ¿qué se puede decir de Málaga a día de hoy que nosotr@s, estudiantes universitarios bien preparados y cultivados, no sepamos? Podría hablar de su cultura, su gastronomía, sus playas, o qué se yo...del Ayuntamiento (bueno, esto mejor lo dejamos). Entonces, ¿sobre qué escribo? Pues, siendo totalmente creativo e imaginativo, comentaré algo de Calle Larios. Si, lo sé, estaréis pensando: “¿Hablar sobre la archiconocida Calle Larios? Ojú…” ¡STOP! No os preocupéis, que será más ameno (o eso creo).

Cuando voy de camino hacia la Universidad, no tengo más remedio que pasar por Larios y llegar hasta la Alameda principal. Y cuando vuelvo de la Universidad, pues pasa lo mismo. ¿Qué tiene de especial esto? Pues que a la vuelta, su larga calle ha sido inundada por una serie de personajillos peculiares que, de alguna forma u otra, nos amenizan el paseo hasta el final. Hablo de los mimos, de las personas que se disfrazan para representar a algún personaje (el otro día flipé cuando vi a Jack Sparrow, sublime de verdad). O también de aquellos artistas como músicos, retratistas, etc… No hay ni un solo día en el que no haya alrededor de ellos un follón montado…vamos, ni el extranjero más perdido de la zona se queda sin disfrutar de su arte.

En definitiva, es indudable que tod@s ellos conforman el paisaje de Calle Larios. Un paisaje en el que cada vez más, proliferan este tipo de actuaciones artísticas espontáneas y cotidianas (llegan incluso hasta la Plaza Uncibay). Para ser sincero con vosotr@s, no me imagino la conocidísima Calle Larios sin estas personas. Y si se diera la situación, os puedo asegurar con rotundidad, que se perdería un trocito de la esencia de Málaga.

¡Gracias por leerme J!

Un saludo, Salem

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