domingo, 10 de marzo de 2013

¿Ei... tio...Cómo he llegado hasta aquí?

Con este, son ya dos los años en los que Málaga pasó a ser la suela de mis zapatillas. Llegado como el polen se desplaza entre el viento, llegué a Málaga como podía haber sido cualquier otra parte de España. No solo el viento me empujó hasta la costa, también las buenas palabras de una persona por la cual siempre miraré la ciudad de forma especial…

El atractivo playero fuertemente erosionado por las lenguas de los domingueros, la verdad, nunca me llamó, y mi llegada a la ciudad tampoco varió mi conducta. No llegué pensando en una costa sacada de los capítulos de CSI Miami, y menos mal, porque aunque nunca me ha decepcionado, siempre me he esperado algo más de esta encantadora ciudad.

Pero siendo sincero, Málaga tiene encanto, algo que me gusta mucho: todo. Tiene monte, tiene playa, un clima bastante equilibrado, un viento que aunque empuje no hace más que dejarme sentir libre, y lo que es mejor, tengo gente con la que compartirlo, que encontré desde mi llegada a la ciudad, personas que sin ellas, ni el mejor de los climas significaría nada. La ciudad solo es un pequeño porcentaje, son las personas que me acompañan en mi "odisea" en su interior las que dan ese encanto.

Sin pretender extenderme en demasía, son ellos también quienes me han llevado a decantarme por unas cosas u otras de esta ciudad: el recorrido desde la Alameda Principal hasta la Plaza de la merced, pasando por calle Larios o la plaza Uncibay. En resumen el centro, y concretando, las noches en las que hacemos de este, un sitio en el que perdernos para reír y porque no decirlo… mirarnos sin saber que decir.

[ÓJO SENSIBLES, SARCASMO]

¡Cómo no! Se me olvidaba, no me perdonaría no poder deciros esto… si hay algo único, inimitable por lo que destaca Málaga es por sus líneas de metro, rápidas, efectivas, etc. o no… no sé, da igual. Y claro, tampoco podría despedirme sin mencionar la falta de una estación de autobuses propia en Málaga, ya que la que hay actualmente pertenece a Marruecos. Hasta la próxima lectura “mostros *”.




*Mostro: Expresión malagueña que hace referencia a una exclamación para mostrar asombro.

Saludos, Manuel P.

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