martes, 12 de marzo de 2013

Ciudadanos del mundo


Ciertamente, el valor que Málaga tiene para mí no es otro diferente del que tendría cualquier otro lugar por sí solo. Creo que el valor de un lugar reside en las personas que lo componen. Por eso, podría decir muchas cosas sobre Málaga, pero no conseguiría distinguirla del resto de ciudades.
En mi caso, me considero medio malagueña medio Ecijana, a pesar de no haber nacido, por ejemplo, en Écija. ¿Por qué siento, entonces, que ambos lugares me pertenecen? ¿Qué es lo que le implica a una persona denominar o distinguir una ciudad como suya? Esto, como he dicho anteriormente, tiene que ver con la importancia de las personas que residen en esa determinada ciudad.
Málaga, evidentemente, tiene muchísimas cualidades de las que estoy segura que muchos malagueños se sentirán orgullosos. El paseo marítimo, la alcazaba, la feria de agosto, la catedral…etc. No obstante, como ya he dicho, no serían más de las que se puedan decir de cualquier otra ciudad.
El recuerdo y la memoria tiene mucho que ver con el sentido que se le da a determinados lugares del mundo. Por ejemplo, si vives en otro lugar pero resulta que desde pequeño has veraneado en Málaga. Para ti, aunque no es el mismo sentimiento que pueda tener yo, también significará algo. También te sentirás, en parte, dueño o conocedor de Málaga – aunque probablemente no sepas nada de su historia –. Y es que nos puede gustar estar en miles de sitios, pero solo a unos pocos les podremos llamar “hogar”.  







Aínsua 

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