Ciertamente, el valor que Málaga tiene para mí no es otro
diferente del que tendría cualquier otro lugar por sí solo. Creo que el valor
de un lugar reside en las personas que lo componen. Por eso, podría decir
muchas cosas sobre Málaga, pero no conseguiría distinguirla del resto de
ciudades.
En mi caso, me considero medio malagueña medio Ecijana, a
pesar de no haber nacido, por ejemplo, en Écija. ¿Por qué siento, entonces, que
ambos lugares me pertenecen? ¿Qué es lo que le implica a una persona denominar
o distinguir una ciudad como suya? Esto, como he dicho anteriormente, tiene que
ver con la importancia de las personas que residen en esa determinada ciudad.
Málaga, evidentemente, tiene muchísimas cualidades de las
que estoy segura que muchos malagueños se sentirán orgullosos. El paseo
marítimo, la alcazaba, la feria de agosto, la catedral…etc. No obstante, como
ya he dicho, no serían más de las que se puedan decir de cualquier otra ciudad.
El recuerdo y la memoria tiene mucho que ver con el sentido
que se le da a determinados lugares del mundo. Por ejemplo, si vives en otro
lugar pero resulta que desde pequeño has veraneado en Málaga. Para ti, aunque
no es el mismo sentimiento que pueda tener yo, también significará algo.
También te sentirás, en parte, dueño o conocedor de Málaga – aunque
probablemente no sepas nada de su historia –. Y es que nos puede gustar estar
en miles de sitios, pero solo a unos pocos les podremos llamar “hogar”.
Aínsua
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