Realmente que yo
hable de cine es un sacrilegio. Está más que claro que mis compañeros pueden
tener un conocimiento mucho más amplio que yo, aunque también tengo que decir
que he aprendido bastante en este tiempo (aunque sigo sin alcanzaros,
queridísimos compañeros).
Me pongo a pensar,
y la lista de películas que he visto aparte de ser algo escueta, se centra en
películas mayoritariamente comerciales, de amor o las que yo denomino “películas
de instituto”, esas que reúnen amor y adolescentes con problemas banales y que
tanto me entretienen un domingo por la tarde. No es muy amplio mi repertorio,
no, pero permitidme deciros, que estoy trabajando en ello (aunque lo siento,
siempre me atraerán películas “estúpidas” que vamos a hacerle…).
Sin tener ninguna
preferencia por alguna película en concreto he estado días pensando sobre cual
escribir y he llegado a esta: “Cashback”, la cual me enseñó mi tío (que me ha
enseñado de las mejores películas que he visto) y me pareció una historia común
(que puede reunir perfectamente todas las características antes
citadas ya que hay gente joven y amor, pero que finalmente nada tiene que ver),
en la que nos podemos sentir identificados todos, pero contada de una manera
bastante curiosa.
Esta película de
2006 tiene un cortometraje previo de 2004, del cual parece que no se podría
sacar una película así. El largometraje nos cuenta la historia de Ben, un
estudiante de arte que sufre de insomnio tras la ruptura con su novia Suzy.
Para evitar pensar en ella constantemente Ben decide trabajar en un
supermercado en horario nocturno. Allí conoce a una serie de personas que
intentan sobrellevar de muy distintos modos ese turno de ocho horas. Ben en el
transcurso de la película se imagina parando el tiempo, recreándose en la
belleza de las cosas, en concreto en la de la mujer mostrándola en la película
como arte, contraponiéndolo con la imagen que dan de ellas sus compañeros de
trabajo. Detiene el tiempo también con el fin de combatir de este modo ese
aburrimiento. Conoce a Sharon, cajera del supermercado, la cual le hace olvidar
sus problemas y recuperar su sueño.
Es una película
que siempre recomiendo, me parece la más común de las historias de amor contada
con sus toques de humor. Vamos viajando a través de los ojos de Ben por todos
sus recuerdos, sus sentimientos y su forma de ver la vida. A mi parecer posee
un estilo narrativo que nos lleva de una manera fluida a través de estos
pensamientos, los recuerdos y el presente. Quizá abuse en cierto momento de los
flashback, pero desde luego para mi es una película que me cautivó en su día y
que procuro ver cada cierto tiempo.
Me gustaría resaltar la banda sonora, que
me parece muy buena, y esta primera escena de la película:
Por último, perdonadme una vez más mi
atrevimiento, me he tirado a la piscina de cabeza.
¡Ah! Y no olvidéis verla.
Marta Osorio.
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