sábado, 30 de marzo de 2013

"Cashback"



Realmente que yo hable de cine es un sacrilegio. Está más que claro que mis compañeros pueden tener un conocimiento mucho más amplio que yo, aunque también tengo que decir que he aprendido bastante en este tiempo (aunque sigo sin alcanzaros, queridísimos compañeros).
Me pongo a pensar, y la lista de películas que he visto aparte de ser algo escueta, se centra en películas mayoritariamente comerciales, de amor o las que yo denomino “películas de instituto”, esas que reúnen amor y adolescentes con problemas banales y que tanto me entretienen un domingo por la tarde. No es muy amplio mi repertorio, no, pero permitidme deciros, que estoy trabajando en ello (aunque lo siento, siempre me atraerán películas “estúpidas” que vamos a hacerle…).
Sin tener ninguna preferencia por alguna película en concreto he estado días pensando sobre cual escribir y he llegado a esta: “Cashback”, la cual me enseñó mi tío (que me ha enseñado de las mejores películas que he visto) y me pareció una historia común (que puede reunir  perfectamente todas las características antes citadas ya que hay gente joven y amor, pero que finalmente nada tiene que ver), en la que nos podemos sentir identificados todos, pero contada de una manera bastante curiosa.
Esta película de 2006 tiene un cortometraje previo de 2004, del cual parece que no se podría sacar una película así. El largometraje nos cuenta la historia de Ben, un estudiante de arte que sufre de insomnio tras la ruptura con su novia Suzy. Para evitar pensar en ella constantemente Ben decide trabajar en un supermercado en horario nocturno. Allí conoce a una serie de personas que intentan sobrellevar de muy distintos modos ese turno de ocho horas. Ben en el transcurso de la película se imagina parando el tiempo, recreándose en la belleza de las cosas, en concreto en la de la mujer mostrándola en la película como arte, contraponiéndolo con la imagen que dan de ellas sus compañeros de trabajo. Detiene el tiempo también con el fin de combatir de este modo ese aburrimiento. Conoce a Sharon, cajera del supermercado, la cual le hace olvidar sus problemas y recuperar su sueño.
Es una película que siempre recomiendo, me parece la más común de las historias de amor contada con sus toques de humor. Vamos viajando a través de los ojos de Ben por todos sus recuerdos, sus sentimientos y su forma de ver la vida. A mi parecer posee un estilo narrativo que nos lleva de una manera fluida a través de estos pensamientos, los recuerdos y el presente. Quizá abuse en cierto momento de los flashback, pero desde luego para mi es una película que me cautivó en su día y que procuro ver cada cierto tiempo.
Me gustaría resaltar la banda sonora, que me parece muy buena, y esta primera escena de la película:


Por último, perdonadme una vez más mi atrevimiento, me he tirado a la piscina de cabeza.
¡Ah! Y no olvidéis verla.

Marta Osorio.

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